Diego Forlán, el goleador uruguayo nombrado mejor jugador del pasado mundial 2010, acaba de firmar uno de los contratos más exóticos de su dilatada carrera. El Cerezo Osaka, equipo de la segunda ciudad más poblada de Japón, junto con los máximos dirigentes de la liga japonesa, ha fichado al delantero con el objetivo de relanzar la imagen de la J-League.
La idea no es nueva, durante la década de los 80 y 90 Japón se convirtió en un referente del fútbol asiático con el fichaje de estrellas del momento como Laudrup, Stoitchkov, Lineker o Zico. Nunca consiguió llegar al nivel de las ligas europeas, pero con el paso del tiempo su buen fútbol e imagen fue perdiendo pulso frente a ligas como la china o la qatarí.
Así pues, el futbolista uruguayo militará en las filas japonesas por lo que queda de temporada con unas condiciones espectaculares, que incluyen una nomina de 4,2 millones de euros como salario anual y todas las comodidades posibles, pero también con obligaciones comerciales que irán más allá del deporte y que lo colocarán como icono del futuro fútbol nipón en todo el mundo.
"Estoy ansioso de poder llegar a Japón y darle el cariño a la gente que confía en mí. Voy a luchar por la J-League, pero también por la Champions asiática."
Tras este fichaje surge una pregunta obvia: ¿Porqué entre todos los jugadores existentes en el mundo, el gobierno japonés se ha decantado por este? Las grandes estrellas del momento (Messi, Cristiano o Diego Costa por ejemplo) tienen contrato en vigor y sus clausulas de traspaso son realmente elevadas, inalcanzables diría yo; sin embargo, Forlán tiene méritos más que suficientes en el mundo del balón (dos veces bota de oro, campeón de liga en varios países, mejor jugador en el último mundial) y si a ello le añadimos un perfecto inglés y una imagen atractiva frente a las cámaras, le convierten en el candidato ideal para jugador-franquicia.
Durante estos días, el futbolista realizará una preparación física especial en Montevideo a la espera del permiso de trabajo que tramitarán las autoridades japonesas.

Fuente e imágenes: Marca.com
Larga y Prospera Vida

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