Clásicos del manga. Los hay muchos, y de muchos estilos. Sin embargo, si hay alguno que nunca será realmente olvidado, ese es “El puño de la estrella del norte” (o “Hokuto no Ken” en japonés). Empezó en 1983, y ha marcado una época con su peculiar dibujo y su historia. Por alguna razón, lo he terminado leyendo ahora, más de veinte años después de que se iniciara su publicación. ¿La mejor palabra para describirlo?... Fabulous.
Kenshiro es fácil de identificar gracias a sus siete cicatrices
La historia de “El puño de la estrella del norte” sigue a Kenshiro, heredero del arte marcial conocido como Hokuto Shinken. El protagonista se dedica a ayudar a gente en un futuro post-apocalíptico en el que una guerra nuclear ha terminado con la humanidad, devolviéndola a un estado prácticamente medieval. Kenshiro se muestra como la última esperanza, una estrella del caos que luchará para terminar con una era de oscuridad. Y lo hará movido por la tristeza de haber perdido a su amada, Yuria, a manos de su mayor rival, Shin.
La serie llegó a ser tan popular que ha obtenido multitud de adaptaciones con los años
Lo cierto es que el manga es exagerado en todos los buenos sentidos. Tiene algunas líneas dignas de cine, personajes muy MUY memorables, y un estilo muy peculiar que le da a la obra un toque muy particular. La experiencia que se saca al leer “Hokuto no Ken” es única e inigualable. Algunas viñetas llegan a ser tan perfectas que dan ganas de soltar una lagrimilla ante la muerte de algún luchador; todos los personajes son mostrados de forma que, incluso aunque hagan el mal, quedan como justicieros, y el protagonista termina incluso mostrándoles el buen camino (después de molerlos a palos) y aprendiendo algo de ellos. En cierto modo Kenshiro es un mesías que pretende salvar un futuro destrozado sacrificándose a sí mismo.

La historia evolucionará a medida que Kenshiro se vaya enfrentando a rivales más poderosos para acabar luchando contra sus propios hermanos y los sucesores de otro arte marcial, el Nanto Suichoken,  así como contra el mayor mal que azota el mundo: Raoh, el mayor de los hermanos del protagonista.
El estilo de dibujo, muy exagerado, no es para todo el mundo
Dejando de lado la épica historia, el dibujo sigue la misma línea que otras obras como "Jojo’s Bizarre Adventure" (serie muy inspirada en "El puño de la estrella del norte"), mostrando personajes muy machotes y de proporciones desmesuradas. Supongo que puede ser excusado por la radiación (¿De algún modo quizás? ¿No cuela?), pero hay algunas personas que miden fácilmente tres metros de alto y otros dos de ancho. Es un estilo peculiar y no por ello malo, pero no es para todo el mundo, y puede echar para atrás a muchos posibles lectores.
Kenshiro y Jonathan, el primer protagonista de "Jojo's", son prácticamente el mismo personaje
Al final, “Hokuto no Ken” es una historia de corte clásico y muy peculiar. Es muy exagerada en todos los aspectos, como una telenovela, pero deja muy buen sabor de boca y aunque leerla del tirón puede llegar a cansar, es una lectura muy recomendable gracias a las memorables líneas y el ambiente en general.

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