¿Alguna vez habéis pensado que os gustaría vivir como vuestro personaje de manga favorito? Dejar la escuela, o transferirse y vivir una vida de desenfreno es seguramente el sueño de más de un joven estudiante. Sin embargo, ¿Qué pasaría si ese personaje fuera un delincuente escolar? Esa premisa es la que compone la mayor parte de Drop, un manga de humor que nos presenta la cara más graciosa y manly de los matones japoneses.

La trama es bastante simple, y la verdad es que no necesita más: Hiroshi Shinanogawa es un estudiante de una prestigiosa escuela que ama el manga. Los tomos que más disfruta son los de delincuentes escolares (Be-Bop-Highschool, Rokudenashi BLUES, Crows, y obras de ese estilo), y llega un punto en el que decide convertirse en uno de ellos. Por eso deja su escuela para transferirse a una de menor nivel, se corta y tiñe el pelo, y decide que ha llegado la hora de empezar un nuevo capítulo en su vida.

Así, Hiroshi logra "ingresar" en el grupo de delincuentes más famoso de su nueva escuela, la secundaria Komaekita. Liderado por Iguchi Tatsuya, el grupo se empieza a meter en problemas y Hiroshi, que sólo es capaz de ver la parte más superficial de las bandas callejeras y no tiene ni idea de como funciona el mundillo, demuestra que es un fracasado. Al final, sin embargo, Shinanogawa encontrará su lugar en la pandilla como el graciosillo, y aprenderá a usar su ingenio para salvar a sus compañeros de batallas una y otra vez. La historia progresa de este modo durante los pocos capítulos disponibles del manga, que muchos tampoco hay. Irónicamente, Drop no es realista en absoluto, por lo que Hiroshi se encuentra con un mundo que es tal y como él mismo había imaginado.

Hiroshi es listo, aunque pierde la mitad de sus neuronas cuando decide teñirse el pelo de rojo nuclear
Y ahora viene la pregunta; teniendo tan pocos capítulos, ¿Qué demonios tiene Drop que me lleve a escribir esta entrada? Bueno, para empezar es un manga que representa el sueño de muchos, y eso ya le da un punto. Pero lo más importante sobre la historia es que se basa en las relaciones entre los miembros de la pandilla. Iguchi y Hiroshi acaban por convertirse en amigos capaces de luchar codo con codo, pero aún así discuten y tienen problemas porque sus visiones del mundo son distintas. Lo mismo ocurre con los otros miembros de la banda, que tienen sus propias motivaciones. La personalidad de los miembros del grupo está muy bien cuidada, y eso hace que el lector se preocupe por ellos, incluso viendo lo idiotas que son todos.

Dejando de lado la historia, el dibujo es curioso. No es perfecto, pero es exagerado sin dejar de ser bueno, y tiene algunas viñetas realmente cuidadas. No es de lo mejor, pero le da personalidad al manga y al mismo tiempo recuerda a las otras obras de delincuentes escolares que intenta imitar.

Hiroshi articula su nueva personalidad basándose en sus mangas favoritos
Al final, Drop es un manga con el que matar el tiempo. Dejarse de pensamientos profundos  y disfrutar de una historia simple basada en la interacción entre los personajes de la misma y lo bonito de su amistad. ¿Deberían traducir más capítulos? Quizás. Sin embargo, probablemente acabe siendo algo monótono a medida que progrese, porque la historia no tiene mucha variedad. ¿Vale la pena echarle un vistazo, aún con sólo 16 capítulos traducidos? Por supuesto. El entretenimiento está ahí, y quién sabe; quizás sea el último empujón que necesitas para dejarlo todo y buscar esa vida de ensueño que tanto ansiabas. Claro que siempre puedes optar por la vía fácil y ver el live action del mismo título, que emula las aventuras de Hiroshi y sus amigos, sólo que con muchas más pinceladas porque el pelo de los personajes parece haber sido teñido usando rotuladores permanentes.

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