Este fin de semana pasado fue el 34 Salón Internacional del Cómic de Barcelona...¡Y vaya salón! Todo pintaba bien, desde el cartel hasta la premisa. Por una vez parecía que la cosa iba a pasar sin problemas. Sin embargo, aunque estuvimos delante de un evento sin demasiados incidentes no todo salió de perlas, la verdad. 
Algunos pabellones estuvieron algo vacíos...
Algunos pabellones estuvieron algo vacíos...
Sin embargo, antes de ir a todo eso será mejor hablar del problema de cada año: las entradas. ¿Cómo estuvieron? ¿Se podía avanzar? Lo cierto es que como mínimo se arreglaron las vallas para evitar demasiados problemas, y a diferencia del año pasado los de prensa entrábamos por otro sitio, evitando los atascos problemáticos y las peleas a las que tan acostumbrados estábamos todos. ¿Hubo colas? Sí, aunque menores, y generalmente causadas por el staff que en algunos casos parecía moverse a velocidad windows. ¡Más brío, por favor!
Había mucha publicidad de Independence Day 2, pero hay que admitir que molaba
Había mucha publicidad de Independence Day 2, pero hay que admitir que molaba
Una vez dentro, lo primero que me sorprendió fue la gran variedad de exposiciones. Quizás la más importante y visualmente atractiva fuera la de "vehículos del cómic", donde pudimos ver una amplia gama de coches y camiones reales que iban desde un par de transformers hasta el clásico seiscientos que tanto parece gustarle a Ibañez; una sala llena de vehículos que seguro que fueron las delicias de muchos.
Incluso un Panda que había. ¡Qué recuerdos!
Incluso un Panda que había. ¡Qué recuerdos!
Y hablando de Ibañez, tuvo también su propia exposición, conmemorando el cómic humorístico español en muchas de sus formas a lo largo de la historia. Y vaya historia... Había paneles originales (muy curiosa la edición, con recortes y pedazos de tipex por todas partes), volúmenes originales en varios idiomas... mortadelo para rato, vaya.
Ver cómo el trabajo antaño siempre es interesante...
Ver cómo el trabajo antaño siempre es interesante...
...¡Y había muchas páginas!
...¡Y había muchas páginas!
Finalmente estaban las exposiciones de superhéroes, de las cuales la más notoria se centraba en las heroínas de ficción. Supongo que ahora está de moda eso de la mujer fuerte y tal, pero estoy bastante seguro de que si querían mostrar heroínas fuertes podrían haber elegido algunas que tuvieran poderes reales y no fueran knockoffs de héroes ya existentes. Un ejemplo de lo tonta que me llegó a parecer la exposición es que una de las heroínas ni siquiera había tenido tiempo de mostrar sus poderes, puesto que su tebeo empezó en 2015. Sin embargo, ahí estaba Fantomah, relegada a una esquina sin panel propio, a pesar de ser mucho más original y notoria que algunos de los iconos mostrados. Una elección algo triste, la verdad.
Y pensar que dejaron a la pobre Fantomah de lado...
Y pensar que dejaron a la pobre Fantomah de lado...
Además de las exposiciones, también pudimos ver los stands de algunas organizaciones; contemplar los props de... bueno, de Star Props no estuvo mal, y el ambiente estaba bastante logrado, aunque no había más de 10 agrupaciones. Las tiendas, eso sí, estaban muy centradas en el cómic, lo cual me pareció muy bien. Había sobre todo volúmenes antiguos,cosa que siempre es interesante, y las tiendas de segunda mano ofrecían buenos precios. Cabe destacar también el gran número de sesiones de firmas, que parecen estar cobrando una creciente importancia en este tipo de eventos y siempre son bienvenidas.
El número de huecos es destacable...
El número de huecos es destacable...
También hubo stand de Nintendo, aunque sin demasiado que mostrar (con algunos eventillos interesantes, pero no TAN notables). Eché mucho de menos probar novedades, todo lo que tenían ya estaba a la venta y seamos honestos: Monster Hunter Generations podría haber estado ahí. No hubo Sony (que sí estuvo el año pasado), lo cual fue una pena. Los stands con Bloodborne del año pasado fueron uno de los pocos motivos para subir al piso superior del evento. Piso que, por cierto, fue eliminado en esta osación; se decidió dejar de lado la segunda planta en pos de hacer el evento más transitado y animado, y se logró a medias, porque seguía habiendo multitud de espacios vacíos.
Ibañez fue un elemento clave durante el evento
Ibañez fue un elemento clave durante el evento
Ese es, sin duda, el problema de siempre. El pabellón con la exposición de Ibañez permanece vacío en todos los eventos, cosa que podría arreglarse con unos bancos donde descansar, y lo mismo ocurre con algunas zonas alrededor de los stands, que están prácticamente muertas. A esto se le suma una alarmante falta de charlas interesantes, que en muchos casos eran publicidad en forma de presentación.

Sin embargo, no hubo mayores problemas, y aunque (a pesar de las exposiciones) el salón fue algo aburrido, no estuvo tan mal. Quizás se me empiecen a atragantar los eventos de este tipo, quién sabe...  De todos modos, ahí van unas últimas fotos, para que os podáis acabar de hacer una idea de cómo fue la cosa.
Un stand de la casa del Llibre, la primera vez que lo veo
Un stand de la casa del Llibre, la primera vez que lo veo
La exposición sobre las mujeres
La exposición sobre las mujeres
Algunas tiendas de fondo
Algunas tiendas de fondo
"Paling en Ko"
"Paling en Ko"
Llega un momento en el que el vacío es preocupante...
Llega un momento en el que el vacío es preocupante...
Se podía jugar, aunque sólo un ratín
Se podía jugar, aunque sólo un ratín
La parte de fuera fue ocupada por comida ambulante y un circuito de "conducción segura"
La parte de fuera fue ocupada por comida ambulante y un circuito de "conducción segura"


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