¿Conocéis a Nobuyuki Fujimoto? Es un autor japonés del que yo nunca había oído hablar, pero parece ser un
mangaka de culto para muchos. Sus obras tratan temas como la mafia, el mundo de las apuestas ilegales y, como no, la muerte. Lo descubrí por pura casualidad al encontrar por ahí una de sus obras, Akagi, y me terminé volviendo muy fan pese a que el dibujo de sus obras me parece más cómico que otra cosa
(y eso que los mangas de Nobuyuki son serious shit). Pero bueno, aquí no vamos a hablar de Akagi, ya le haré un análisis cuando lo termine de leer o algo. Hoy es el turno de Kaiji (en concreto del anime, aunque he ido alternando entre éste y el manga, ya que en la adaptación animada algunas escenas cambian enormemente), una de las tres obras más conocidas de Fujimoto.
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Este tipo de caras son un sello del autor, y no, no pretenden transmitir comedia |
La historia de Kaiji trata sobre... Kaiji.
¿Menuda sorpresa, eh? Lo cierto es que el protagonista es un perdedor; abandonado y desempleado, se dedica a robar insignias de coches para ganar algo de dinero y seguir adelante, aunque luego se funde todas sus ganancias en el Pachinko (tragaperras japonesas). Sin embargo, sigue adelante como puede, y no hace daño a nadie. ¿Le sirve ésto de algo cuando se topa con la mafia japonesa? En absoluto. La Yakuza hace responsable a Kaiji de un préstamo que avaló a un compañero que tuvo en un trabajo parcial hace mucho, y éste se encuentra metido hasta las cejas en multitud de problemas. Pero los mafiosos no paran aquí; a Kaiji se le ofrece una última oportunidad. Si se alza victorioso en un barco donde se llevarán a cabo algunas apuestas, puede obtener una gran suma de dinero. Si pierde... terminará trabajando en el infierno hasta pagar su deuda. A Kaiji no le queda otra opción que aceptar, y así empiezan las aventuras de este personaje, que le harán jugarse la piel en elaborados juegos a lo largo de dos temporadas de anime y más de un centenar de capítulos de manga.
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Numerosos personajes irán haciendo su aparición a lo largo de las dos temporadas del anime y muchos capítulos del manga |
La trama de la composición se presenta así de una forma algo tópica. Sin embargo,
los constantes juegos y giros de trama tienen al espectador todo el rato al borde del asiento, ansiando conocer qué pasará a continuación. A esto se le suma el gran talento que tiene Fujimoto a la hora de retratar la psicología de sus personajes, ridículamente verosímil pero al mismo tiempo lo suficientemente exagerada como para no aburrir. Por supuesto, si la psicología es un aspecto esencial de Kaiji, lo mismo ocurre con los ya mencionados personajes, que son totalmente redondos y van aprendiendo cosas y evolucionando. Es más, Fujimoto va incluso un paso más allá:
sus personajes no sólo aprenden, sino que además olvidan, y el protagonista no va a ser una excepción, tal y como se ve en el inicio de la segunda temporada del anime y la segunda parte del manga.
El aspecto más controvertido de Kaiji es sin duda el dibujo. El estilo de Nobuyuki es muy extraño y grotesco. No existe mejor forma de definirlo: los personajes tienen unas facciones altamente exageradas y simples. Lo mismo ocurre con sus expresiones, hiperbólicas a más no poder. ¿Es esto algo malo? Mi conclusión final al respecto es que
al contrario. Fujimoto sabe dibujar perfectamente, y su estilo artístico ha sido elegido totalmente a propósito por dos grandes razones. La primera es que lo diferencia de otros
mangakas (es inconfundible al 1000%). La segunda, que permite al autor retratar la psicología de sus personajes con maestría, y dirigir la atención del público sobre sus meticulosas expresiones.
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El dinero y su uso, así como la confianza, son motivos recurrentes en Kaiji |
Al final del día, Kaiji es un manga que brilla con luz propia. Es especial y destacable ya que trata temas poco vistos en el mundillo, y lo hace de forma muy accesible; no hace falta saber nada para adentrarse en el mundo de este "desgraciado paria", como lo subtitulan en la versión animada. Lo único que puede echar a algunos posibles lectores atrás es el dibujo, aunque el anime lo suaviza, y unos cuantos capítulos harán cambiar de idea a gran parte de los retractores del peculiar dibujo de Fujimoto. Así bien,
¡Que empiece la primera ronda de apuestas!
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