Y el mundo de los diminutos, estrenada en Japón en julio de 2010 como 借りぐらしのアリエッティ, Karigurashi no Arietti (literalmente Arrietty, la que toma prestado) pasó ayer noche por la pantalla de mi televisor con el objetivo de hacer olvidar una tarde/noche en que "valors i seny" brillaron por su ausencia en lo que debía haber sido un tranquilo partido de fútbol.
Y lo cierto es que lo consiguió, a pesar de no encontrarnos frente a una de las mejores obras de Studio Ghibli, garantiza 90 minutos de desconexión del mundo real y un rato entretenido.

Basada en la obra inglesa The Borrowers, la película narra la historia de una familia de pequeños seres que viven ocultos bajo el suelo de una mansión rural. La vida de estos pequeños seres cambiará radicalmente cuando Arriety, una joven y diminuta adolescente, es vista accidentalmente por Shō, un humano recién llegado a la casa y con problemas de salud. Entre ambos surgirá una profunda amistad, mientras que a su alrededor el mundo de los diminutos se verá peligrosamente amenazado.

Visualmente increíble, cada fotograma nos muestra la habitual calidad que Ghibli impregna en sus proyectos. Cada paisaje, cada rincón y cada escena son visualmente preciosos, creando un entorno que cobra vida alrededor de los verdaderos protagonistas de la historia, Arriety y Shō.
En cuanto a los personajes, si exceptuamos a los dos ya nombrados, el resto pasa con más pena que gloria. Yo destacaría negativamente a Haru, uno de los más flojos y simplones que ha creado Ghibli y difícilmente compresible, que pasa de ser una tierna y dulce anciana que cuida de Shō a convertirse en una amenaza para los diminutos sin ningún tipo de aclaración del porqué de tal cambio.

La composición de la banda sonora tampoco ha corrido a cargo del habitual Joe Hisaishi, siendo la elegida para el caso la compositora francesa Cécile Corbel. Debo confesar que ha sido una agradable sorpresa, el sonido del arpa y el estilo folk utilizado le infunde a toda la película una especial personalidad y ambiente único, sensaciones que el propio Hisaishi firmaría.

Resumiendo, nos encontramos ante un clásico menor de Ghibli que, sin llegar a la altura de otras producciones como Totoro, Mononoke o Chihiro, continua impregnándonos de toda la filosofía habitual en la filmografía del estudio. Es cierto que nos encontramos ante una historia simple y sencilla, pero, al igual que en otras películas (¿acaso Totoro no lo és?), esta misma sencillez es la que la dota de una especial magia.

Con todo, me quedo con lo que creo más importante después de ver la película. Estamos ante una producción muy reciente, donde Hayao Miyazaki solo ha supervisado la producción, con un staff técnico no habitual, y sin embargo han conseguido mantener dignamente el nivel de otras obras. Definitivamente hay una buena cantera en Studio Ghibli que nos garantizará grandes momentos en el futuro, a pesar de que Miyazaki-sensei haya decidido tomarse un ganado retiro.

Para acabar, un ultimo consejo que creo ya he dado en alguna ocasión anterior: Preparad un bol de palomitas, coger a vuestros hijos o pedirlos prestados (siempre suele necesitarse la escusa de un menor para ver una película de "dibujos animados") y sentaros a pasar un buen rato con Arrietty, vuestro cuerpo y mente seguro que lo agradecerán.

Valoración Nota media: 8.00
Trama............................... 5/10
Personajes......................... 8/10
Animación......................... 9/10
BSO................................. 9/10
Duración........................... 9/10

Larga y Prospera Vida.

Imágenes: Web oficial, Studio Ghibli Aurum

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