Cada vez que llega un nuevo The Legend of Zelda, montones de aficionados se ilusionan pensando en las muchas aventuras que les esperan en Hyrule. Cada vez que llega un nuevo Zelda, tenemos a un montón de gente comprando el juego sin ni siquiera echar un vistazo a la review. Y esas personas estarán ahora mismo decepcionadas. Básicamente porque Hyrule Warriors, el que podría ser considerado como el "último Zelda", no es un Zelda en absoluto.


Cuando probé el Dynasty Warriors 8, me sorprendí gratamente. Era un juego bastante decente. No era una obra maestra y tenía un gameplay ciertamente repetitivo, pero poseía algo que me atraía. Quizás era la enorme cantidad de contenido: muchísimos personajes y armas, y una cantidad respetable de modos de juego, entre otros. Al haber probado Hyrule Warriors después del ya mencionado Hack-and-slash, no tardé mucho en darme cuenta de que la última aventura del héroe verde no es más que un Dynasty Warriors 8 recortado y con Link estampado en la portada.

El diseño de Zelda no me agrada demasiado
Tampoco me entendáis mal, Hyrule Warriors (a partir de ahora HW) no es un mal juego en absoluto. Sin embargo, podría haber sido mucho mejor. Tenía un potencial enorme, y eso puede verse con sólo jugarlo. Lo que más salta a la vista (al menos en mi caso) es el framerate. HW es un juego de acción donde debes tener al personaje controlado en todo momento, y el pobre framerate sumado a la gran cantidad de elementos en pantalla puede confundir al jugador en los momentos más inoportunos. No destroza la experiencia, pero si el juego corriera a 60 fps ganaría muchos puntos y sería mucho más disfrutable, especialmente porque se ha hecho un buen trabajo gráfico. Los modelados de los personajes están especialmente bien animados y diseñados, aunque los propios Link y Zelda me parecen algo sosainas; Impa y Sheik, por otra parte, tienen un diseño muy bueno (y en el caso de Impa bastante diferente de lo visto hasta ahora).

¿Fanservice? ¿Quién ha hablado de fanservice?
El control también peca de ser algo rudo. Con esto quiero decir que el personaje tiene dos posiciones: quieto y moviéndose. Esto es típico de la saga Dynasty, pero la velocidad de juego es muy rápida y en más de una ocasión me he pasado unos segundos dando tumbos para intentar abrir un cofre o matar a un enemigo sobre el que no podía fijar el blanco. Sí, habéis oído bien, hay cofres y se puede fijar el blanco sobre algunos enemigos "importantes", como en los clásicos Zelda en 3d. Hay otras inclusiones más "nintenderas" que cambian un poco el gameplay como los items (bombas, flechas, etc) o que cada personaje tenga una habilidad especial distinta, pero son inclusiones hechas de forma, de nuevo, poco pulida (no puedes moverte mientras apuntas con el arco, las bombas sólo pueden ser tiradas hacia delante en ráfaga...), o simplemente cambios muy básicos que ni siquiera afectan realmente a la fórmula que ya hemos visto en otros juegos del estilo. Quizás el más destacable sea la inclusión de jefes finales de corte clásico que se deben derrotar siguiendo los mismos métodos que en los juegos originales, aunque son combates demasiado lentos y metódicos y la novedad dura poco.

Deberemos abrirnos camino entre las hordas de enemigos
Además, se ha eliminado también el desplazamiento por caballo, y sustituido por una mecánica en la que si corres durante X segundos el personaje empieza a esprintar, cosa que a mi parecer no tiene demasiado sentido (especialmente porque la inclusión de Epona le hubiera dado un aspecto más verdadero al juego, que por momentos no parece un Zelda en absoluto).

Aún con todo esto, HW es un juego sólido, y tiene mucho que ofrecer, como el interesante modo aventura (que nos propone algunos desafíos mientras recorremos el mundo del The legend of Zelda original) o un multijugador local que usa el mando como segunda pantalla. Sin embargo, quizás el mayor problema sea la propia estética "Zeldera". Se añadieron muchas chorradas para satisfacer a los fans, y a causa de eso el contenido es menor que en otros juegos del estilo. Y los fans no quieren un Dynasty, sino un nuevo Zelda, así que muchos de ellos acabarán decepcionados y vendiendo o regalando el juego. Mientras tanto, yo estaré en casa echándome unas partidas al HW con unos amigos y disfrutándolo como si de otro Dynasty Warriors se tratase, que es como debe jugarse este título.


¿En resumen? Hyrule Warriors no es más que otro juego de la saga Dynasty repleto de elementos de Zelda. No es el mejor Dynasty, no es el más completo, pero es definitivamente divertido y especial a su manera, gracias a su extraño espíritu (parece que no pueda decidirse entre ser un Zelda o un Dynasty), y a la enorme cantidad de referencias y guiños jugables a la reconocida saga de Nintendo. Si os gustan los hack-and-slash o queréis probar algo nuevo, echadle un vistazo. Si no os atrae la idea, ni os molestéis en probarlo; habréis malgastado tiempo y dinero con el que podríais haber comprado el remake de Wind Waker en HD, o básicamente cualquier otro Zelda.

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